Hoy vengo a hablaros de una historia que es pura ternura envuelta en magia: La casa en el mar más azul de TJ Klune. Un cozy fantasy que no solo te deja el corazón calentito, sino que también te invita a reflexionar desde la primera página hasta la última.
Nuestro protagonista es Linus Baker, un funcionario ejemplar del DEJOMA (Departamento de Jóvenes Mágicos), solitario, meticuloso y entregado a su trabajo... y a su manual de normas. Pero su rutina da un giro inesperado cuando le asignan una misión muy particular: evaluar un orfanato escondido en una isla misteriosa, donde residen seis niños mágicos considerados "altamente peligrosos".
Y es ahí, en la ista de Marsyas, donde empieza la verdadera magia.
La historia brilla con una luz especial, no solo por la fantasía que la envuelve, sino por los personajes que la habitan. Cada uno de ellos, desde el entrañable Arthur Parnassus hasta los niños, son todo un ejemplo de esperanza. Con sus diferencias, sus miedos y sus sueños, nos recuerdan que ser distinto no es sinónimo de ser menos.
Linus, que empieza como un hombre gris y temeroso del cambio, va dejando que la isla, sus habitantes y todo lo que representan lo transformen. Su evolución puede parecer predecible, pero es tan orgánica y llena de matices que resulta imposible no emocionarse con cada paso que da.
La gran virtud de esta novela no es su ternura ni su capacidad para hacerte reír y llorar casi al mismo tiempo, sino el mensaje que deja grabado.
La lección moral que nos deja de TJ Klune es excepcional, mostrando a través de esta historia que todos somos iguales y que, a pesar de nuestras diferencias, todos coincidimos en algo: la búsqueda de la felicidad.
Un libro cargado de ternura, segundas oportunidades y descubrimientos personales que calienta hasta el corazón más frío.
