María Martínez421 páginasEditorial CrossbooksRomántica
10/10 ⭐⭐⭐⭐⭐
Había visto varios libros de la autora pero nunca me decidía a leerla, se había convertido en una más de mis "autoras pendientes". Una vez me decidí a hacerlo descubrí que es una maravilla, he disfrutado muchísimo de esta lectura.
Empecé el libro pensando que me encontaría una novela romántica más, y sí, hay romanticismo, pero también hay una historia cargada de superación, de descubrimiento personal, perdón y volver a empezar.
Hunter es un compositor famoso marcado por una infancia solitaria y unos padres ausentes de los que apenas recibía muestras de cariño. Tras descubrir que es adoptado decide viajar a Husting, un pequeño pueblo, para conocer a su madre biológica. A ese mismo lugar acude Willow, una joven bastante pobre de espíritu, huyendo de su día a día, de una familia a la que yo misma habría mandado a freír espárragos hace tiempo y de un novio para el que no tiene ni voz ni voto ya que siempre sabe lo que es mejor para ambos. En Husting ambos encuentran su sitio y aprenden a sanar en compañía del otro, aunque el destino es caprichoso y no siempre todo sale tan bien como se espera.
Los personajes son una delicia. Desde los protagonistas hasta los secundarios, y todos han llegado a despertar algun tipo de sentimiento en mi. Aunque, sin lugar a duda, si hay un personaje que ha tocado mi corazón al máximo es sin duda el padre de Willow. Su aparición en la historia es relativamente breve pero tal vez su enfermedad es lo que hace que sea más entrañable a ojos del lector.
Del mismo modo que he encontrado personajes adorables, también me he encontrado otros realmente odioso, sobre todo el ex-novio de Willow.
Un libro muy cómodo de leer y cargadísimo de sentimientos que también toca temas como las adopciones ilegales, el autismo y la homosexualidad y que no puedes dejar pasar si te encanta el género.