Leer El Castillo MacLaine ha sido como sumergirme en una película romántica con toques paranormales y ese encanto irresistible de las Highlands escocesas. Desde las primeras páginas, las escenas se iban desplegando en mi mente como si estuviera viendo una adaptación cinematográfica —y ya sabemos que eso es una delicia para cualquier lector visual como yo.
La historia arranca con Olivia, una escritora que atraviesa un bloqueo creativo importante. La vida le da un giro inesperado cuando hereda un castillo en Escocia, nada menos. Decidida a recuperar la inspiración, deja Italia atrás y se lanza a la aventura de vivir en este lugar lleno de historia, niebla y promesas literarias.
Lo que no esperaba era encontrarse con un "pequeño" inconveniente: un inquilino misterioso que no solo dice tener derechos sobre el castillo… sino que tampoco tiene intenciones de marcharse. ¿Drama en puerta? Sí. ¿Química y tensión bien llevadas? También.
A partir de ahí, la novela se desarrolla con una mezcla encantadora de humor, tensión romántica, elementos sobrenaturales y ese toque de leyenda que siempre acompaña bien a una historia ambientada en Escocia. Las autoras logran equilibrar muy bien los distintos tonos de la novela: hay momentos de carcajada, otros más emotivos, y también escenas con ese halo mágico que te hace dudar entre la realidad y la fantasía.
Uno de los grandes aciertos es cómo se complementan los personajes. Olivia es una protagonista con chispa, que no se deja pisotear, incluso cuando todo parece salirse de control. Y el personaje masculino —del que no diré mucho para no spoilear— tiene ese aire entre encantador y enigmático que tanto nos gusta en este tipo de historias.
Además, la narración es ágil, divertida y muy visual. No cuesta nada imaginar cada rincón del castillo, los paisajes brumosos o las escenas más cómicas, que son un soplo de aire fresco para cualquier lector que busque desconectar o salir de un bloqueo lector.
📌 Ideal para quienes disfrutan de:
* Enemigos a regañadientes que podrían no ser tan enemigos
* Castillos, herencias misteriosas y secretos del pasado
*Toques sobrenaturales sutiles
* Historias románticas con humor
* Escocia como escenario de ensueño
✨ El Castillo MacLaine es, en definitiva, una lectura perfecta para reconectar con el placer de leer. Ligera, mágica, entretenida y con un corazón enorme. Me ha hecho reír, suspirar, y sobre todo, disfrutar.
Gracias a Silvia y Carla por organizar esta lectura conjunta en la comunidad Locolibros, y por regalarnos una historia tan entrañable. Ha sido un verdadero placer leerla en compañía.